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lunes, 17 de marzo de 2014

Mtro. Miguel H. Manzo Godínez

Impulsor de la capacitación  del dirigente sindical

Por Catalina Ángeles Valencia

*“Compartir responsabilidades” fue su filosofía de trabajo, mediante las experiencias y conocimientos adquiridos como secretario particular del doctor Hugo Domenzáin Guzmán y del licenciado Carlos Jiménez Macías,  ex líderes de la FSTSE 
*Estuvo convencido que el trabajo sindical es de tiempo completo y capacitación continua 


El reto más desafiante para el maestro Miguel Humberto Manzo Godínez fue encontrar la fórmula que permitiera aglutinar y reunificar a la organización después de un “controvertido” Décimo Congreso Nacional Ordinario del Sindicato Nacional de Trabajadores del ISSSTE (SNTISSSTE), celebrado en Manzanillo, Colima, en febrero de 1993.
Allí, la inmensa mayoría, no sólo del Comité Ejecutivo Nacional (CEN), sino también las 48 Secciones Sindicales, delegados y trabajadores,  se habían inclinado a favor de  la candidatura de Alfredo Figueroa Galeana (q.p.d.) a la Secretaría General.
Tras el anuncio de su candidatura el 3 de febrero de 1993, tiene que hacer uso de todos sus conocimientos de psicología y sindicales para convencer a la oposición, más del 90 por ciento, de que él era el candidato para dirigir los destinos del SNTISSSTE.
“Llegué a la dirigencia nacional tras una sucesión bastante difícil, pero puedo sumar en la lista de logros la reunificación de la dirigencia”, explica el maestro Manzo Godínez.
Recuerda que al tomar protesta como dirigente nacional, si bien tenía la preocupación de arribar a una responsabilidad con un Comité Nacional, en su mayoría contrario a él, su experiencia y conocimientos de la organización le daban la seguridad de salir avante en la enorme encomienda sindical.
Entrevistado en la Biblioteca Lic. Ernesto Quiñones López del edificio sede del SNTISSSTE, el maestro Manzo Godínez refiere que “compartir responsabilidades” fue la dinámica de trabajo durante su gestión, gracias a la experiencia y conocimientos adquiridos como secretario particular del doctor  Hugo Domenzáin Guzmán y del licenciado Carlos Jiménez Macías, cuando fueron Secretarios Generales de la Federación de Sindicatos de Trabajadores al Servicio del Estado (FSTSE).
En esos años, recuerda, “me tocaba recibir a los Secretarios Generales y los comités nacionales de todos los sindicatos cuando iban a ver al líder nacional de la Central, así también coordinaba los trabajos de los representantes de la FSTSE ante la Junta Directiva del ISSSTE. Estas dos etapas me permitieron definir mi forma de trabajo”.
¿Cómo era esa forma de trabajo? Se pregunta y  contesta: “reconocer que el Secretario General no es Dios, ni el que no se equivoca, ni el que manda, como cualquier otro jefe de los que criticamos por parte de las autoridades, es simplemente alguien que coordina los trabajos y no tiene que ser diferente de cómo era antes de asumir la dirigencia”.
Las relaciones humanas no es tema difícil para el maestro Manzo Godínez, ya que su profesión de psicólogo le permite entender que en las organizaciones “cada quien tiene que asumir sus propias responsabilidades”.
Recuerda que cuando alguien le pregunta durante su gestión ¿cómo le haces para unificar al Sindicato? Simplemente contesta: “sí, es un trabajo difícil y pesado, pero pude decir que para mí no lo es. ¿Por qué? ¡Porque lo sé hacer!”.
“Les decía a los integrantes de mi Comité, a mí no me esperen para hacer las cosas, porque ni sé todo, ni esperen a que les diga cómo hacerlas, si la regamos la regamos los dos, si lo  hacen bien, pues lo hacen bien ustedes”.
Su filosofía fue “compartí responsabilidades”. Por ejemplo, refiere, “jamás vi un cheque de finanzas. Carlos Pontones –Secretario de Finanzas- me llevaba los blocks de 100 o  200 cheques, siempre se los firmé en blanco. No era mi tarea estar cuidando el dinero, era de él. Como le tenía confianza, pues no tenía porque estarle pidiendo cuentas a cada rato”.
En la actualidad, explica, el dirigente sindical no puede ser de tiempos libres, “de los ratos que le quedan después de hacer otras actividades”.
El dirigente sindical, enfatiza, “tiene que ser de tiempo completo porque hoy es un estatus profesional de la administración pública, por ello tiene que prepararse para ser dirigente, no quiere decir ir a la escuela, sino capacitarse y dedicarse a lo que está haciendo”.
“Alguna vez decía, ¡caramba, si tenemos una licencia sindical, tú secretario general, tú secretaria de comité, tan siquiera dedícate a trabajar las horas que harías si estuvieras en tus labores! 
“No utilices la licencia para decir, ahora ya no voy a trabajar, no se trata de eso. Por eso creo que lo primero es prepararse, capacitarse y dedicarse. En eso ya no hay vuelta de hoja”, asegura.
El sindicato en la política
Para el maestro Miguel H. Manzo Godínez uno de los problemas del sindicalismo mexicano, concretamente del sindicalismo burocrático, es haberse contaminado con la política.
Asevera que “hay dirigentes en la actualidad que son más políticos que sindicalistas. Este el gran problema de los sindicatos que optaron más por los aspectos políticos que por los gremiales, aunque es de entenderse en un sistema de dominación partidista”.
Es un convencido de que cuando “los sindicatos forman parte del poder y se involucran en las decisiones del poder político se alejan de su esencia sindical”. 
En el caso del SNTISSSTE, lo dice el Estatuto desde hace muchos años, “tiene como objetivo el estudio, mejoramiento y superación de los trabajadores, siempre he añadido, y de la institución, porque el trabajo sindical no debe estar separado del trabajo institucional”.
Explica, “es difícil para muchos entenderlo así, porque no les conviene. Yo quisiera saber  de qué nos va a servir a una organización sindical si la institución se deteriora o desaparece, por eso creo en el binomio sindicato-institución”.
Insiste en que los sindicatos tienen que participar en los  programas de las instituciones. “Los sindicatos no solamente deben pugnar por más sueldo, más prestaciones, más días económicos o evitar el levantamiento de una acta por abandono de trabajo o por conductas inadecuadas en algún centro de trabajo”.
El Sindicato, sostiene, no es aseguradora de accidentes al que sólo se recurre cuando se tiene problemas. “El SNTISSSTE,  lamentablemente,  se convirtió en eso. Por eso es necesario cambiar esta imagen, ya que la organización sindical es una instancia, es una identidad administrativa que participa en el mejoramiento de los programas de la administración pública en la que se labora, y no tenemos porque ser enemigos. Podrán ser enemigo el dirigente y el Director General, pero las identidades no pueden ser enemigas”.
Continuidad en los programas
Sí debe haber continuidad en el trabajo, “es algo esencial, aunque es algo real que nunca sucede. Es lo que nos ha sucedido en el país, por eso podemos decir que es un mal nacional, cuando llego lo de atrás se acabó y empezamos de nuevo, y esto se da en todos los ámbitos, sea el presidente municipal, diputado local y federal, un senador, un gobernador, un dirigente sindical, de una sección, un delegado sindical”.
“¿Cuánta documentación se entrega  de una gestión a otra? ¿Cuándo hemos visto que un Secretario General, los secretarios de comité o seccional, le digan a su sucesor ´este es el trabajo que se hizo, aquí te dejo las carpetas´? ¡No! Es como si fuera un intento para  ocultar sus culpas”.
“¿Qué es lo sucede en todos los ámbitos de la vida pública de México? Es lo mismo, siempre queremos empezar, y por eso decimos ´por primera vez´ en esta organización sindical, en esta institución, en esta Cámara de Diputados… por primera vez salió el sol, chin, que antes no salía, sí antes era otro, nos hacen creer que sucede por primera vez”.
“Ese es el problema que tenemos. No hay continuidad ni de la Presidencia de la República mucho menos en los sindicatos que se hicieron  a  imagen y semejanza del PRI”.
“Quiero ser muy concreto, aunque es algo que puede molestar, pero lo vemos en cualquier oficina por muy pequeña que sea, dicen ´ya se fue el anterior, ahora cámbienle el color de la alfombra o la pintura porque aquí ya es otra cosa´. Eso nos ha hecho mucho daño”, concluye.

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