In Memoriam: Mtro. Miguel H. Manzo Godínez
Por Catalina
Ángeles Valencia
*“Compartir responsabilidades” fue su
filosofía de trabajo, mediante las experiencias y conocimientos adquiridos como
secretario particular del doctor Hugo Domenzáin Guzmán y del licenciado Carlos
Jiménez Macías, ex líderes de la FSTSE
*Estuvo convencido que el trabajo sindical es
de tiempo completo y capacitación continua
El reto
más desafiante para el maestro Miguel Humberto Manzo Godínez fue encontrar la
fórmula que permitiera aglutinar y reunificar a la organización después de un
“controvertido” Décimo Congreso Nacional Ordinario del Sindicato Nacional de
Trabajadores del ISSSTE
(SNTISSSTE), celebrado en Manzanillo, Colima, en
febrero de 1993.
Allí, la
inmensa mayoría, no sólo del Comité Ejecutivo Nacional (CEN), sino también las
48 Secciones Sindicales, delegados y trabajadores, se habían inclinado a
favor de la candidatura de Alfredo Figueroa Galeana (q.p.d.) a la
Secretaría General.
Tras el
anuncio de su candidatura el 3 de febrero de 1993, tiene que hacer uso de todos
sus conocimientos de psicología y sindicales para convencer a la oposición, más
del 90 por ciento, de que él era el candidato para dirigir los destinos del
SNTISSSTE.
“Llegué
a la dirigencia nacional tras una sucesión bastante difícil, pero puedo sumar
en la lista de logros la reunificación de la dirigencia”, explica el maestro
Manzo Godínez.
Recuerda
que al tomar protesta como dirigente nacional, si bien tenía la preocupación de
arribar a una responsabilidad con un Comité Nacional, en su mayoría contrario a
él, su experiencia y conocimientos de la organización le daban la seguridad de
salir avante en la enorme encomienda sindical.
Entrevistado
en la Biblioteca Lic. Ernesto
Quiñones López del edificio
sede del SNTISSSTE, el
maestro Manzo Godínez refiere que “compartir responsabilidades” fue la dinámica
de trabajo durante su gestión, gracias a la experiencia y conocimientos
adquiridos como secretario particular del doctor Hugo Domenzáin Guzmán y
del licenciado Carlos Jiménez Macías, cuando fueron Secretarios Generales de la
Federación de Sindicatos de Trabajadores al Servicio del Estado (FSTSE).
En esos
años, recuerda, “me tocaba recibir a los Secretarios Generales y los comités
nacionales de todos los sindicatos cuando iban a ver al líder nacional de la
Central, así también coordinaba los trabajos de los representantes de la FSTSE
ante la Junta Directiva del ISSSTE. Estas dos etapas me permitieron definir mi
forma de trabajo”.
¿Cómo
era esa forma de trabajo? Se pregunta y contesta: “reconocer que el
Secretario General no es Dios, ni el que no se equivoca, ni el que manda, como
cualquier otro jefe de los que criticamos por parte de las autoridades, es
simplemente alguien que coordina los trabajos y no tiene que ser diferente de
cómo era antes de asumir la dirigencia”.
Las
relaciones humanas no es tema difícil para el maestro Manzo Godínez, ya que su
profesión de psicólogo le permite entender que en las organizaciones “cada
quien tiene que asumir sus propias responsabilidades”.
Recuerda
que cuando alguien le pregunta durante su gestión ¿cómo le haces para unificar
al Sindicato? Simplemente contesta: “sí, es un trabajo difícil y pesado, pero
pude decir que para mí no lo es. ¿Por qué? ¡Porque lo sé hacer!”.
“Les
decía a los integrantes de mi Comité, a mí no me esperen para hacer las cosas,
porque ni sé todo, ni esperen a que les diga cómo hacerlas, si la regamos la regamos los dos, si lo hacen bien, pues
lo hacen bien ustedes”.
Su
filosofía fue “compartí responsabilidades”. Por ejemplo, refiere, “jamás vi un
cheque de finanzas. Carlos Pontones –Secretario de Finanzas- me llevaba los
blocks de 100 o 200 cheques, siempre se los firmé en blanco. No era mi
tarea estar cuidando el dinero, era de él. Como le tenía confianza, pues no
tenía por qué estarle pidiendo cuentas a cada rato”.
En la
actualidad, explica, el dirigente sindical no puede ser de tiempos libres, “de
los ratos que le quedan después de hacer otras actividades”.
El
dirigente sindical, enfatiza, “tiene que ser de tiempo completo porque hoy es
un estatus profesional de la administración pública, por ello tiene que
prepararse para ser dirigente, no quiere decir ir a la escuela, sino
capacitarse y dedicarse a lo que está haciendo”.
“Alguna
vez decía, ¡caramba, si tenemos una licencia sindical, tú secretario general,
tú secretaria de comité, tan siquiera dedícate a trabajar las horas que harías
si estuvieras en tus labores!
“No
utilices la licencia para decir, ahora ya no voy a trabajar, no se trata de
eso. Por eso creo que lo primero es prepararse, capacitarse y dedicarse. En eso
ya no hay vuelta de hoja”, asegura.
El sindicato en la política
Para el
maestro Miguel H. Manzo Godínez uno de los problemas del sindicalismo mexicano,
concretamente del sindicalismo burocrático, es haberse contaminado con la
política.
Asevera
que “hay dirigentes en la actualidad que son más políticos que sindicalistas.
Este el gran problema de los sindicatos que optaron más por los aspectos
políticos que por los gremiales, aunque es de entenderse en un sistema de
dominación partidista”.
Es un
convencido de que cuando “los sindicatos forman parte del poder y se involucran
en las decisiones del poder político se alejan de su esencia sindical”.
En el
caso del SNTISSSTE, lo dice el Estatuto desde hace muchos años, “tiene como
objetivo el estudio, mejoramiento y superación de los trabajadores, siempre he
añadido, y de la institución, porque el trabajo sindical no debe estar separado
del trabajo institucional”.
Explica,
“es difícil para muchos entenderlo así, porque no les conviene. Yo quisiera
saber de qué nos va a servir a una organización sindical si la institución
se deteriora o desaparece, por eso creo en el binomio sindicato-institución”.
Insiste
en que los sindicatos tienen que participar en los programas de las
instituciones. “Los sindicatos no solamente deben pugnar por más sueldo, más
prestaciones, más días económicos o evitar el levantamiento de una acta por
abandono de trabajo o por conductas inadecuadas en algún centro de trabajo”.
El
Sindicato, sostiene, no es aseguradora de accidentes al que sólo se recurre
cuando se tiene problemas. “El SNTISSSTE, lamentablemente, se
convirtió en eso. Por eso es necesario cambiar esta imagen, ya que la
organización sindical es una instancia, es una identidad administrativa que
participa en el mejoramiento de los programas de la administración pública en
la que se labora, y no tenemos por qué ser enemigos. Podrán ser enemigo el
dirigente y el Director General, pero las identidades no pueden ser enemigas”.
Continuidad en los programas
Sí debe
haber continuidad en el trabajo, “es algo esencial, aunque es algo real que
nunca sucede. Es lo que nos ha sucedido en el país, por eso podemos decir que
es un mal nacional, cuando llego lo de atrás se acabó y empezamos de nuevo, y
esto se da en todos los ámbitos, sea el presidente municipal, diputado local y
federal, un senador, un gobernador, un dirigente sindical, de una sección, un
delegado sindical”.
“¿Cuánta
documentación se entrega de una gestión a otra? ¿Cuándo hemos visto que un
Secretario General, los secretarios de comité o seccional, le digan a su
sucesor ´este es el trabajo que se hizo, aquí te dejo las carpetas´? ¡No! Es
como si fuera un intento para ocultar sus culpas”.
“¿Qué es
lo sucede en todos los ámbitos de la vida pública de México? Es lo mismo,
siempre queremos empezar, y por eso decimos ´por primera vez´ en esta
organización sindical, en esta institución, en esta Cámara de Diputados… por
primera vez salió el sol, chin, que antes no salía, sí antes era otro,
nos hacen creer que sucede por
primera vez”.
“Ese es
el problema que tenemos. No hay continuidad ni de la Presidencia de la República mucho menos en los
sindicatos que se hicieron a imagen y semejanza del PRI”.
“Quiero ser muy concreto,
aunque es algo que puede molestar, pero lo vemos en cualquier oficina por muy
pequeña que sea, dicen ´ya se fue el anterior, ahora cámbienle el color de la
alfombra o la pintura porque aquí ya es otra cosa´. Eso nos ha hecho mucho
daño”, concluye.